La inspiración merma,
te lo confieso con mi más auto-respetable desprecio por la falta de elocuencia
en mis sentires.
Pero me conoces
demasiado; como invento, mastico y ando, como respiro, a cada momento puedes
irte adentro... Más... Ahí en mi y conocer la verdad, que quiero y no quiero
que acabes viendo. Prohibiéndote la decepción con mis pulmones. Y lo harás...
Te decepcionarás de las carencias de este par, que también somos nosotros
mismos, que solo somos nosotros dos... Que nos cansamos y ya no hacemos el
amor. En mis oídos los crujidos de tus resoplidos
en la mesa, tan temprano... Y acompañan a la pereza que sienten mis manos por
tus poros. No solo merma mi inspiración, en teoría me rompí, ya no hay musa en
el sillón casi desnuda a camisón, se estrellan los cristales en mi espalda y me
dejo caer el alma, pero sigo ahí. Por educación.
Sin más, a idea
sueltas, esperando que un milagro me rescate del vacío, aunque no creí en ellos
y me lancé sonriendo porque solo quería un fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario